Chile
Tradicional fiesta religiosa fue apoyada por Minera El Abra
Jueves 16 de Agosto de 2012.- Seis años han transcurrido desde la primera fiesta realizada en honor a la Virgen de Urkupiña y hoy en día son cientos los feligreses que cada 14, 15 y 16 de agosto se acercan hasta la apartada localidad de Ascotán, en la comuna de Ollagüe, provincia de El Loa, para rendirle fe y devoción a su imagen traída desde Bolivia, donde goza de gran veneración, principalmente en la ciudad de Quillacollo, cercana a Cochabamba.
Una familia calameña levantó una hermosa capilla a la entrada de Ascotán. Es aquí donde los peregrinos se reúnen cada año, acompañados de bailes religiosos que colman de música, color y tradición, los rincones de este pequeño pueblo. “Hace 11 años falleció en este sector mi hermano Manuel Corante, junto a su compadre Jorge Cruz, quienes se volcaron en un camión en el que traían agua para el pueblo. Así es que motivados por este sentimiento hacia mi hermano nuestra familia fundó una capilla en memoria de él”, manifestó Alberto Corante Reyes, uno de los impulsores del proyecto.
Como en muchos aspectos relativos al desarrollo social y comunitario de la localidad, Minera El Abra, operada por Freeport-McMoRan, también está presente con su apoyo en esta actividad, ya que el rescate del patrimonio cultural y las manifestaciones populares transmitidas por generaciones son parte del desarrollo sustentable que la empresa promueve en los pueblos indígenas del Alto El Loa. Este año, la empresa entregó un aporte económico a la Asociación Indígena de Cebollar Ascotán para el traslado de los comuneros desde Calama hasta el poblado de Ascotán y para costear distintos servicios que ayudaron a la mejor atención de los visitantes.
Por su parte la comunidad durante estos días se organiza para que el evento resulte exitoso, incluso muchos regresan a su pueblo de origen para ocuparse de las diversas tareas que involucra la festividad. “Veneramos a nuestra madre, la Virgen de Urkupiña, con nuestras tradiciones ancestrales, como el pago a la tierra, la entrada de ceras, el rezo del alba y la precesión. Esta fiesta crece cada vez más, estamos recuperando nuestras costumbres, hemos trabajado muchísimo y por eso agradecemos el apoyo de El Abra”, argumentó el presidente de la Asociación Indígena de Cebollar Ascotan y actual alférez de la actividad, Edzon Muraña Quispe.
La Virgen de Urkupiña llegó para quedarse. A orillas del Salar de Ascotán, encontró su hogar y una gran familia que crece cada año, depositando en ella su fe y devoción, con lo cual mantienen viva la rica tradición de los pueblos andinos.
Portal Minero