Chile
El denominado “efecto de isla” generado a partir del calor humano en la ciudad afectaría las condiciones de comfort, desempeño laboral, hábitos alimenticios y descanso, alterando la calidad de vida de sus habitantes.
Viernes 24 de Agosto de 2012.- Estrés, mala alimentación, agotamiento contínuo, en fin. Sin lugar a dudas son incontables las variables que nos afectan en nuestro día a día, especialmente a quienes habitan en grandes ciudades como es el caso, por ejemplo, de la ciudad de Santiago. Por lo mismo, muchas veces las respuestas están vinculadas a la congestión vehicular, a los tiempos de traslado, el transantiago, entre otros.
Pero, ¿Qué pasaría si le contáramos que el pavimento y las condiciones atmosféricas urbanas repercuten directamente en sus hábitos?
Esto es lo que se propusieron investigar una dupla de ingenierios civiles en obras civiles de la Universidad Central de Chile quienes, en el marco de su defensa de título, es dedicaron a estudiar este fenómeno conocido como “efecto de isla de calor humano”, el cual en términos simples se debe al gran número de habitantes y a las emisiones de calor atropogénicas, es decir, procesos o materiales que son resultado de actividades humanas a diferencia de los que tienen causas naturales sin influencia humana.
Verdaderos “Parques Verdes” en los techos de las viviendas y edificios podrían contribuir a mejorar las condiciones de vida y disminuir las emisiones de CO2 en el ambiente. |
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Es así como Sebastián Vidal (26) y Sebastián Gutiérrez (25) se propusieron como objetivo “determinar el efecto de isla de calor urbano a través de la influencia de la temperatura de las superficies del pavimento sobre la temperatura ambiente. Para ellos tuvimos que generar un registro comparativo de temperaturas entre los distintos tipos de superficie de pavimentos en estudio y la temperatura ambiente. Posteriormente elaboramos los modelos gráficos de la relación entre temperatura ambiente y temperatura del pavimento a determinadas horas del día”, expresaron los profesionales.
Por su parte el director de la Escuela de Ingeniería Civil en Obras Civiles de la Universidad Central, Edgardo Palma, enfatizó que “En comparación con las zonas no urbanas, hay más días cálidos y menos días de heladas. El periodo de vegetación es más largo, la suma de precipitaciones es mayor y se ven más frecuentemente nubes en forma de cúmulo. Ahora, para los seres humanos, este efecto de isla tiene un impacto negativo sobre el organismo humano, especialmente en el verano, ya que puede causar recalentamiento. Por lo tanto, se debe aumentar la proporción de zonas verdes y pequeñas masas de agua. En el fondo, lo ideal sería que se pudieran instalar y equipar Parques en los techos de todas las viviendas y edificios de Santiago, cuestión que nos permitiría oxigenar y mejorar las condiciones de vida de los capitalinos”, afirmó el académico.
Dentro de sus principales resultados descubrieron que por cada KWh hora de electricidad consumida se produce alrededor de 1 kg de Dióxido de Carbono. La radiación es el factor que afecta de forma principal el comportamiento térmico de las superficies. Los colores claros son beneficiosos ya que tienen mayor albedo y reflectan mayor radiación. En lugares fríos es recomendable utilizar colores oscuros.
Portal Minero