Cuando la Tecnología se pone al servicio del Medio Ambiente

Chile

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Lunes 09 de Julio de 2012.- Con 15 años en Chile y más de 40 años incursionando en el mercado internacional, la empresa INFRAPLAST ha moldeado su expertis entorno al tratamiento de aguas, en donde su gama de productos están fuertemente orientadas a la resolución de problemáticas como el saneamiento, abastecimiento y tratamiento tanto del sector industrial como doméstico.

Un escenario altamente promisorio, en el que la empresa ha sabido construir su negocio bajo una filosofía amigable con el medio ambiente, siendo destacada en ferias como la EXPOMIN.

¿Cómo lo hace?
Para Christophe Poupard, Gerente General de INFRAPLAST, la respuesta a este modelo de negocio no es mera filantropía en acciones de RSE, sino un equilibrio entre el uso eficiente de la tecnología y los costos de producción, donde el énfasis está puesto en la vida útil del producto. “Nos estamos orientando a hacer que el costo vida útil sea el más beneficioso para el cliente, no únicamente el precio de compra”, -señala-.

En su análisis de las sociedades, manifiesta que la sociedad chilena como muchísimas otras del día de hoy, no tienen consciencia que para tener y mantener la tierra agradable para vivir se debe cambiar el “switch”. “Es decir, lo que yo debería evaluar es cuánto me cuesta producir, cuánto me cuesta mantener y cuánto me cuesta reciclar, todo ello hace el costo real de un producto. Más allá de la huella de carbono, de la huella de agua, es cuánto- durante toda su vida útil- , este producto va a consumir. Cuando tenemos todo eso, vamos a ver que efectivamente al comparar diferentes soluciones, hay algunas más amigables que otras. Un equilibrio entre lo económico, tecnológico y ecológico.”

En este contexto, Christophe añade que “el primer factor de costo en el tratamiento de agua es la energía por regla general, entonces, cuando ahorramos agua, ahorramos energía, por eso es tan importante la eficiencia en la vida útil del producto”.

INFRAPLAST ante esta materia, ofrece al mercado una gama de productos de soluciones integrales y duraderas, que no sólo han sido trabajados con los socios estratégicos desde Francia o Canadá, sino también con centros tecnológicos chilenos, como lo es la UNTEC (Fundación para la transferencia técnologica, Universidad de Chile) en la que destaca con su producto Lombrisan de la línea “plantas de tratamiento ecológica”. “Una planta de tratamiento sin energía, que no produce lodo o fango, y que por consecuencia tiene costos de mantención casi nulos, de no ser por el aserrín que debe reponerse cada cierto tiempo”.

A su vez la empresa entrega una amplia línea de productos orientados a sistemas de estanques y bebederos, ideados para hacer frente a la escasez de agua no sólo en el sector minero y agroindustrial, sino también particular, destacando su filosofía de negocio una actitud resolutiva ante los problemas, en los que se trabaja continuamente en la generación de nuevos productos, asesoramiento a los clientes, entregar el servicio de instalación, al igual que el de mantención.

Sin embargo, los vacíos legislativos como los que presenta el decreto 236 de alcantarillado particular en Chile, ha impedido el avance de proyectos en ésta envergadura, en los que Christophe Poupard señala -de manera crítica-, que hoy estamos limitados en el desarrollo por la falta de una reglamentación moderna, que data desde 1926, y que no tiene un criterio común en el rol que aplica la SEREMI de Salud en todo Chile. “Este decreto no es moderno ni actualizado, no toma en cuenta las diferentes revoluciones tecnológicas que se están aplicando hasta el momento, lo que implica una falta de claridad en las reglas del juego”, -añade-.

De acuerdo a lo anterior, la mayor queja al decreto -el cual registra su última actualización el año 2004-, recae específicamente en el vacío reglamentario respecto al uso tecnológico, en donde no hay correspondencia hoy entre lo que se hace y lo que se está diciendo en el papel, por lo que en el rubro se plantea una readecuación tecnológica a nivel de los sistemas autorizados. “Estamos desde hace más de 6 años discutiendo el tema con los diferentes equipos que han pasado por el Ministerio de Salud, en donde se han realizado 4 borradores, se ha conversado y planteado ideas, pero desde hace un año atrás esto está totalmente estancado. Hoy el Ministerio de Salud debe tomar una decisión, debemos reglamentar sobre el uso de soluciones técnicas definidas según una guía dimensional, según un resultado en la descarga después del uso de cualquier tecnología, o sobre algo mixto en solución, pero no podemos quedar sin avanzar en una tarea pendiente por años.”, -manifiesta el Gerente General de INFRAPLAST, Christophe Poupard-.

Una realidad no exenta a la contingencia nacional, en la que a diario se interpela los usos de la tecnología como avasalladores del ecosistema y no como herramientas de solución a las problemáticas energéticas del país. Al igual que un conflicto que pasa de organismo en organismo sin avanzar en la materia sobre la reponsabilidad que compete a las partes de preservar la seguridad de los recursos naturales como el agua, y abastecer de servicios sanitarios amigables con la salud de las personas y el ecosistema.

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