Internacional
Miércoles 14 de Septiembre de 2016.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha reducido sus previsiones sobre el consumo mundial de petróleo tanto este año como el próximo y, aunque la oferta se mantiene fuerte de la mano de la OPEP, augura que el desequilibrio del mercado va para largo.
En la entrega de su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE disminuyó sus estimaciones sobre la demanda global en 100.000 barriles diarios para este año, de forma que será de media de 96,1 millones de barriles, lo que significa que el incremento respecto a 2015 será de 1,3 millones de barriles diarios (había sido de 1,6 millones el ejercicio precedente).
Para 2017, el consumo de petróleo será de 97,3 millones de barriles, es decir un alza interanual de sólo 1,2 millones de barriles y una corrección a la baja de 200.000 barriles si se compara con lo que había anticipado el mes pasado.
Las reservas mundiales de petróleo seguirán acumulándose durante todo el 2017, dando lugar a un cuarto año de sobreoferta, según la AIE. El crecimiento del consumo cayó a un mínimo de dos años en el tercer trimestre, debido a la baja demanda de China e India, mientras que la producción sin precedentes de los miembros de la OPEP situados en el Golfo Pérsico empeora la situación, dijo la agencia. El mes pasado, esta predijo que el mercado volvería al equilibrio en 2016.
“La oferta seguirá superando a la demanda, al menos durante el primer semestre del próximo año”, señaló AIE en su informe mensual. “En cuanto al equilibrio del mercado –parece que tendremos que esperar un poco más”.
En la constatación de los datos del tercer trimestre, en el que la progresión del consumo, que fue de 1,4 millones de barriles diarios en términos interanuales en el segundo trimestre, ha sido únicamente de 0,8 millones en el tercero, la tasa más baja de los últimos dos años.
Los autores del estudio hicieron notar que los principales pilares en los últimos tiempos de la expansión del consumo, que han sido China e India, cada vez lo son menos, y que las preocupaciones sobre los países en desarrollo están pesando.
Además, en Europa hay un descenso en el tercer trimestre a causa de un descalabro de las entradas de crudo en Francia, Finlandia e Italia.
La AIE señaló señaló además que, en términos generales, después de más de un año en que el precio del barril se mueve en torno a los 50 dólares, el precio está dejando de ser un incentivo para elevar la demanda por ese motivo.
Igualmente subrayó la aparente paradoja de que pese al hundimiento de las inversiones en la extracción por esos bajos niveles de precios del barril, la oferta se está expandiendo por el tirón de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).
Desde finales de 2014, los países que no pertenecen a ese cártel han recortado sus extracciones en 1,4 millones de barriles diarios, y eso hay que atribuirlo en buena parte a Estados Unidos, que ha supuesto más de la mitad del recorte de las inversiones de los productores independientes.
En paralelo, la OPEP ha tenido el comportamiento inverso, y en particular dos de sus miembros, Arabia Saudí e Irán, están bombeando alrededor de un millón de barriles diarios más de los que sacaban de sus pozos a finales de 2014.
La oferta disminuyó en 300.000 barriles diarios en agosto, pero eso ocurrió después de fuertes ascensos en los dos meses anteriores, y se situó en 96,9 millones de barriles diarios. Y la OPEP incrementó una vez más su contribución, en agosto en 30.000 barriles diarios, para situarse en niveles récord de 33,47 millones de barriles.