Chile
Ecometales, filial de Codelco, postula que en sus diversas etapas la minería chilena genera una gigantesca cantidad de residuos, los que se pueden extraer con tecnología.
Lunes 26 de Septiembre de 2016.- No sólo en reducir costos centra sus esfuerzos la minería.También avanza en maximizar sus ingresos, pensando en fórmulas creativas que permitan abrir nuevos mercados o bien, generar recursos donde antes había desechos.
Es el caso de los relaves. Durante décadas, las grandes faenas mineras arrojaban toneladas de material con buena ley, en algunos casos, cercanas a 0,5%. Esta ley es considerada hoy como economicamente explotable, por lo que algunas incluso están volviendo a procesar esos desechos para extraer todo el cobre que todavía queda.
Pero no sólo hay cobre en esos relaves. También otros minerales, de los cuales muchos de ellos son escasos y tienen importancia económica estratégica, puesto que sus principales aplicaciones corresponden a tecnologías de punta en la industria aeroespacial, automotriz, médica, óptica, electrónica de consumo, baterías y una serie de aplicaciones en energías renovables. Entre los más conocidos figuran antimonio, manganeso, bismuto, selenio y mercurio.
A esto se dedica Ecometales, filial de Codelco, que se dedica a la investigación para maximizar el aprovechamiento de estos recursos, tanto en los relaves como en el proceso minero en general.
“Asociada a la minería del cobre, Chile produce anualmente millones de toneladas de relaves , escorias y miles de toneladas de polvos de fundición, que constituyen verdaderos yacimientos de estos ‘metales menores’ no explotados. En su historia, la industria cuprífera nacional ha operado con un modelo de negocio, basado en producir más cobre y, en la medida de lo posible, minimizar los costos. Sin embargo, estos éxitos suelen opacar otras oportunidades, que requieren procesos más específicos y sofisticados”, señalan desde la compañía a diario Pulso.
Chile produce anualmente, a partir de la producción de concentrados, los procesos de fundición y refinación del cobre, 250 millones de toneladas de relaves; más de 3 millones de toneladas de escorias y más de 100 mil toneladas de polvos de fundición.
Se trata de cifras para nada menores, pues según un estudio de Corfo de 2012, en un millón de toneladas de mineral hay un valor contenido aproximado de US$56 millones . Si bien esos recursos están ahí, se requiere tener las tecnologías para procesarlos.
En 2015, Chile exportó cerca de 12 millones de toneladas de concentrados de cobre, que sintetizando estas trazas de impurezas contendrían un equivalente a 16 mil toneladas de antimonio, 140 mil de aluminio, 9.600 de titanio y 320 mil de zinc, por mencionar algunos. Eso sin considerar los relaves.
Según consigna Pulso, Iván Valenzuela, gerente general de EcoMetales -la filial de Codelco que se dedica al tratamiento de residuos mineros-, sostiene que “Chile no se está haciendo cargo del ciclo de valor de su minería, desperdiciando valiosas oportunidades. Ello, mientras complejos metalúrgicos en China, Europa y Japón recuperan y comercializan, además de cobre y ácido sulfúrico, 15 materiales y metales como oro, plata, selenio, telurio, platino y paladio, contenidos en los concentrados minerales o residuos provenientes de nuestro país”.