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La operación de Anglo American lleva tres días de paralización. Cerca de 1.200 toneladas de cobre fino al día deja de producir la empresa por la toma de los trabajadores contratistas. Estos exigen mayores beneficios en el acuerdo marco que vence en abril de 2017.
Martes 29 de Noviembre de 2016.- Tres días paralizada por la huelga ilegal de los trabajadores contratistas cumplió este lunes la operación Los Bronces, la mayor de Anglo American en Chile, ubicada en la Región Metropolitana. Por cada jornada sin operar, la mina deja de producir cerca de 1.200 toneladas de cobre fino. De esta manera, si se hace el ejercicio teórico de multiplicar ese volumen por el precio del metal del día, las mermas acumuladas ascenderían a USD 21 millones.
Esta toma ha derivado en quema de maquinaria y otros actos violentos. Esto, luego que los subcontratados rechazaran el sábado en la madrugada el acuerdo de la dirigencia de la Federación de Trabajadores Contratistas de Los Bronces -sindicato escindido de la Federación de Trabajadores del Cobre- con sus empresas. Estas últimas ofrecían un bono de $700 mil por trabajador en la negociación del nuevo convenio marco que vence en abril de 2017.
Fuentes conocedoras del tema comentan que la compañía habría recalcado que esta sería la última oferta y que si los trabajadores la rechazaban, serían despedidos. Esto habría derivado en la toma de la operación. Recién en la madrugada del domingo habrían retirado a todo el personal propio de AngloAmerican de la mina, permitiendo la entrada de camiones de cal escoltados por carabineros para evitar problemas ambientales. Ayer en la mañana, los parlamentarios Gabriel Boric y Camila Vallejo mostraron su apoyo a la huelga de los subcontratados. En la instancia, el vicepresidente del sindicato de contratistas de Anglo habría denunciado que la empresa busca acabar con los acuerdos marco conseguidos para terminar con la negociación ramal “tal como lo hizo Nelson Pizarro en Codelco”.
Cercanos a la minera indican que pese a que se trata de un conflicto entre terceros, AngloAmerican ha estado promoviendo el diálogo entre las partes para que logren un acuerdo. Sin embargo, los contratistas estarían buscando que la compañía actúe como garante de los convenios y no como facilitador.
La minera, junto a otras siete empresas, ha denunciado los hechos, e incluso AngloAmerican ingresó ayer a la Corte de Apelaciones recursos de protección y amparo para salvaguardar los derechos de los contratistas retenidos contra su voluntad en la faena. Lo anterior se suma al recurso de amparo presentado por la firma contratista Aramark para terminar con la huelga.
Bloqueo de salida
El problema es grave. Según conocedores, los trabajadores han debido caminar los ocho kilómetros que hay entre el campamento Pérez Caldera hasta el sector de Paso Marchant -que da acceso a la operación-, para salir de la mina. Esta es la única forma de dejar la operación, pues los demás accesos están bloqueados. Incluso, un grupo de trabajadores habría intentado salir caminando y fueron interceptados por los manifestantes, quienes habrían quemado sus zapatos y mochilas.
Problema de gestión
AngloAmerican en Chile ha enfrentado tres huelgas este año. La primera fue en El Soldado, la segunda fue de sus trabajadores propios en Los Bronces, y ahora la de los contratistas. Sin embargo, las dos primeras fueron legales, pues se dieron en el marco de las negociaciones colectivas, a diferencia de esta última.
Conocedores de las tratativas advierten que todo esto es producto de una deficiente gestión de recursos humanos por parte de la minera. De hecho, señalan que esta negociación podría haber sido en los próximos meses -dado que el convenio vence en abril- y no tan pegada con la de la minera y sus trabajadores propios, en donde se otorgó un bono de $9 millones que habría dejado “la vara muy alta”, avivando las expectativas de los subcontratados.
Denuncias en tribunales
Tanto AngloAmerican como sus empresas contratistas han presentado recursos de protección y de amparo en la Corte de Apelaciones para salvaguardar los derechos de los contratistas.
El Mercurio
