Un ex ejecutivo usa sus habilidades de negocios para liderar el rescate de los 33 mineros bajo tierra

Chile

El secretario de Estado ha recibido elogios por su gestión en la mina San José. Una de sus grandes tareas será cuidar el estado mental y salud de los atrapados a 700 metros.

1 de Septiembre de 2010.- Ya sea consolando a las familias de los 33 mineros atrapados bajo tierra o supervisando a los equipos de ingeniería que intentan sacarlos, el ministro de minería Laurence Golborne se ha convertido en el hombre clave en un esfuerzo de rescate sin precedentes.

Golborne, el ex presidente ejecutivo de una cadena minorista que simboliza a un gabinete dominado por hombres de negocios, se ha ganado muchos elogios por su hábil manejo de la ciudad en miniatura que surgió alrededor de la mina con una población diversa que incluye a los familiares de los mineros, geólogos, trabajadores de salud, periodistas y hasta un payaso llamado Rolly.

Golborne, cuya breve gestión estuvo marcada por la polémica antes del derrumbe del 5 de agosto, supervisó la desesperada búsqueda de 17 días que finalmente logró dar con los mineros. Ahora, el ejecutivo tiene por delante una gigantesca tarea de gestión e ingeniería: en los próximos meses debe cuidar el frágil estado mental y la salud de los mineros atrapados mientras los equipos de rescate excavan 700 metros para sacarlos. Además de la búsqueda y el rescate, el mayor reto de Golborne ha sido manejar a los casi 300 familiares que mantienen una vigilia en un emplazamiento en la zona de la mina, llamado "Campamento Esperanza".

Nexo con los familiares

"Tuvimos que establecer una relación forjada en base a la confianza y al hecho de que somos parte de un mismo equipo", dijo Golborne, de 49 años, en una rueda de prensa, donde alternó con facilidad entre el inglés y el español. Añadió que la relación con las familias es ahora "muy fuerte", aunque reconoció que también han habido "altibajos".

Los familiares estaban furiosos cuando, a una semana del accidente, Golborne le dijo a una estación de televisión chilena que las probabilidades de encontrar a los mineros con vida eran "bajas". El ministro luego señaló que el comentario había sido sacado de contexto y, a la larga, se ganó la confianza de las familias gracias a su dedicación a la operación de búsqueda y rescate y a la atención personal que les brindó.

"Vino acá a nuestra tienda en la noche y tomó yerba mate", recuerda Jessica Segovia, quien llegó al campamento poco después de que su esposo, Darío, y otros mineros terminaran atrapados. "Es muy humano. Lloró con nosotros".
Luego de que los mineros fueran localizados, el ministro tocó la guitarra en una celebración improvisada con miembros de las familias.

El politólogo Patricio Navia señala que la capacidad de Golborne para relacionarse con la gente, algo que aprendió en los negocios, sin duda le ha servido durante la crisis. "No fue un banquero­trabajó en supermercados", recalca Navia. "Eso es un negocio orientado a los clientes, donde uno se relaciona con personas de diferentes estratos sociales".

Experiencia

Golborne se recibió de ingeniero civil antes de estudiar administración de empresas en las universidades de Stanford y Northwestern. Entre 2000 y 2008 se desempeñó como gerente general de de Centros Comerciales Sudamericanos (Cencosud), un conglomerado con operaciones en cuatro países además de Chile y con casi 100.000 empleados.

El presidente Sebastián Piñera, un empresario multimillonario, incorporó a tantos ejecutivos como Golborne a su gabinete que cuando tomó posesión del cargo en marzo, su gobierno fue apodado "Chile Inc." La idea de Piñera es que los ejecutivos podrían manejar el gobierno con mayor eficiencia que la mayoría de políticos tradicionales de la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobernó Chile durante 20 años.

Algunos analistas chilenos temían que el predominio de hombres de negocios en el gobierno generaría conflictos de interés. Otros se preocupaban porque los ejecutivos no dieran la talla en el rudo mundo de la política.

Una de las primeras labores de Golborne fue presionar por la aprobación legislativa de un incremento en las regalías mineras para financiar la reconstrucción tras el masivo terremoto que asoló a Chile en febrero. En medio del debate en junio, Golborne se convirtió en el blanco de las críticas por tomarse cinco días de vacaciones para asistir al Mundial de fútbol en Sudáfrica.

Una vocera del gobierno indicó que el viaje era una obligación familiar del ministro y Golborne manifestó que su ausencia no tuvo un impacto en la ofensiva legislativa.

Golborne estaba en un viaje de trabajo en Ecuador cuando ocurrió el derrumbe y volvió enseguida. "Las familias estaban impacientes y ansiosas", dijo en una conferencia de prensa. "Ellas querían resultados" (Economía & Negocios).

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