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Chile

2 de Septiembre de 2010.- Bomberos especialistas, el GOPE de Carabineros, comandos SAR de la FACh, brigadas especializadas de las mineras y empresas de emergencias químicas. Todos ellos estaban en la III Región para ayudar en el rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José.

Porque cuando se trata de un accidente, el "Manual ABC" de las emergencias (Ambulancias, Bomberos, Carabineros) establece un protocolo: el organismo que llega primero da el apronte inicial, pero la institución que esté mejor preparada para el caso será la que va a intervenir.

Todo tiene su precio

Todos los rescates tienen un costo. Y el de los mineros no será la excepción. Se estima que podría llegar a los US$ 10 millones, costo que alguien deberá asumir.

Bomberos gasta unos $6 mil 800 millones al año en rescates, sin contar con el equipamiento. Sólo para este ítem destina anualmente en torno a US$ 1,5 millones (alrededor de $750 millones). En el caso de Socorro Andino, cuya acción es en la alta montaña, invierten $30 millones al año en equipamiento. Y aunque reciben numerosas llamadas falsas al día, cuando se trata de actuar, un rescate simple ­esto es, en un lugar cercano a la base, que dure dos días­ no cuesta menos de $500 mil.

Estos organismos funcionan de forma voluntaria y sin fines de lucro, mientras que por ley las instituciones públicas no pueden cobrar por un salvataje. Sin embargo, hay casos en los que la fiscalía puede multar al rescatado hasta por cuatro UTM (en torno a $150 mil), si es que éste se encontraba infringiendo la ley en el momento del accidente.

Pero las instituciones públicas no son las únicas que hacen rescates. Existe toda una industria privada que mueve millones.

Equipos millonarios

Grandes tiendas importan equipamiento ­en algunos casos hasta 22 mil productos diferentes­ para proveer a las instituciones y empresas.

La mayoría de los productos se fabrica en Estados Unidos y Europa, pues sólo ellos están certificados a nivel internacional. Sin embargo, existen algunos fabricantes locales para los artículos más básicos de inmovilización en la atención prehospitalaria.

Solamente el equipamiento de un rescatista puede costar alrededor de $800 mil, entre el arnés, casco, linterna, guantes, cuerda, mosquetones, ascendedores, descendedores y frenos. A esto se suma el costo de las camillas o máquinas para el rescate y el transporte.

Las grandes constructoras, mineras, papeleras y fabricantes de alimento gastan alrededor de $30 millones al año en renovar los equipos de sus brigadistas, cuentan en Código 33, representante de la norteamericana Gallf en Chile.

Sin embargo, no se abastecen en una sola tienda, por lo que si se suman todas, el gasto puede superar fácilmente los $50 millones.

16 mil bomberos son rescatistas.

100 personas son rescatadas (la mitad vivas) por el Gope al año.

200 llamadas falsas recibe Socorro Andino a diario.
BOMBEROS gasta unos $6.800 millones al año en rescates. En equipamiento, otros $750 mil millones.

Algunos elementos para enfrentar emergencias

Sistema de recuperación

Se utiliza para sacar a una persona que esté atrapada. Se compone de un mosquetón ($14 mil), freno ($49 mil) y polea ($39 mil).

Inmovilizador de cabeza

$46 mil. Es de los pocos productos de rescate que se fabrican en Chile.

Camilla Canasto

Lo más básico en lo que invierten las empresas es en equipamiento pre hospitalario, para inmovilizar a la persona recién ocurrido el accidente. Los precios de las camillas varían según el plástico y su translucidad para rayos X. Ésta cuesta $350 mil.

Cámara de búsqueda acuática

Si se trata de un rescate bajo el agua, una cámara de este tipo cuesta del orden de $400 mil.
No siempre los rescates son gratis

Franco estaba bañándose en el mar en La Serena y de pronto llegó una marejada. Ante la posibilidad de que las olas lo revolcaran si intentaba salir, se fue a nadar mar adentro, cuenta. Hizo señas a un bote de la armada, se subió y tras un contacto de radio entre el bote y la costa, en menos de un minuto llegó un helicóptero de la Marina a socorrerlo. Una vez en la orilla, dos autoridades de la institución le dijeron que por su irresponsabilidad ­estaba bañándose en una zona prohibida­ habían tenido que desplegar un helicóptero y que, por lo tanto, debía pagar.

Y es que aunque no existe una legislación que permita cobrar por un rescate, el Código Penal establece que si el rescatado ha desobedecido las reglas de la autoridad ­ya sea porque está en un territorio que no es seguro o se encuentra bajo la influencia del alcohol o de las drogas­, la fiscalía puede aplicarle una multa de entre una y cuatro UTM. Algo similar ocurre si en la emergencia Carabineros sospecha que se ha infringido la ley. El Gope pone en conocimiento del Tribunal la situación y éste determina si multa o no al rescatado y si es que se inicia una investigación al respecto.
Equipos de emergencia a la medida de la empresa

"Arriendo" de brigadistas

Existe toda una industria privada ligada al rescate que funciona del mismo modo que los seguros: las compañías pagan cuotas mensuales para tener equipos de emergencia preparados ante cualquier eventualidad, ocurra o no una emergencia. SIS, por ejemplo, es una empresa que "arrienda" brigadistas ya sea con contratos permanentes o para eventos puntuales que implican algún riesgo.

Las aptitudes de la brigada van a depender de la naturaleza de la empresa y su costo mensual varía según el número de trabajadores, el valor de su patrimonio, las condiciones laborales y el número de rescatistas que se requieran. Algunas mineras cuentan con más de 150, y otras empresas como Nestlé operan con alrededor de 20 brigadistas, cuentan en SIS.

Capacitaciones

Las compañías más pequeñas prefieren crear brigadas propias. Los cursos duran entre dos y tres años y generalmente se imparten cada quince días, pues los brigadistas además deben cumplir con sus labores diarias en la empresa. Se requieren 600 horas de preparación como mínimo, cuentan en TOK, compañía que ofrece estos servicios.

Emergencias químicas

Para dar respuesta a emergencias químicas ­por ejemplo si un camión se voltea en la carretera y derrama sustancias tóxicas­ existen compañías que cobran alrededor de 60 UF mensuales (en torno a $1 millón 200 mil) a las empresas para socorrerlas en caso de accidentes.

Pero si la compañía sufre un accidente de este tipo y no tenía convenio, tendrá que pagar al menos $15 millones, cuentan en Suatrans, empresa dedicada a este tipo de emergencias.

Rescate aéreo

Existen también helicópteros equipados como ambulancias UTI para los rescates aéreos. Establecer un convenio con una empresa de unos siete mil trabajadores cuesta unos US$ 8 mil mensuales (algo más de $4 millones), cuentan en Aerorescate, compañía que en los últimos seis años ha efectuado 1.800 salvatajes, la mayoría en centros de esquí y carreteras. Sin convenio, recurrir a un helicóptero medicalizado podría costar más de $1 millón por hora de vuelo (Economía & Negocios).

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